Frente a las formas diversas actuales de eliminar o ignorar a los demás, Fratelli tutti nos desafía a ser «capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y amistad social» (6) y nos muestra los caminos para hacerlo. Habla del amor fraterno en su dimensión universal y de la apertura a todos. Es una invitación a despertar un anhelo mundial de fraternidad (8).
El capítulo VI de esta encíclica trata del «Diálogo y amistad social». En él, el Papa Francisco cita al poeta y compositor brasileño Vinicius de Moraes para definir la vida como el «arte del encuentro» y nos invita a construir una nueva cultura a través del diálogo, la «cultura del encuentro» (FT 215), construir puentes (FT 216) y cultivar la bondad (FT 222). Esto transforma las relaciones y genera una nueva forma de debatir y confrontar ideas (FT 224).
Brasil es un país plural desde un punto de vista cultural, étnico y religioso. Pero también es uno de los países más desiguales del mundo. La sociedad brasileña está polarizada y dividida por los muros del racismo, las desigualdades sociales y económicas, la intolerancia, la dificultad de vivir con opiniones diferentes y el fundamentalismo religioso. En las redes sociales se emiten noticias falsas y discursos de odio. En todo el país hay un panorama de violencia aguda y una grave crisis ambiental.
¿Cómo hablar de diálogo y amistad social, sin denunciar estas violencias e injusticias económicas, sociales y ambientales? ¿Cómo acoger diferentes percepciones y construir puentes, sin olvidar a las personas que tienen hambre y no tienen trabajo, ni tierra, ni un hogar? ¿Cómo construir una cultura de paz, inclusión y cuidado? ¿Cuál es el papel comboniano en este delicado momento del país?
El mensaje de Jesús de Nazaret no construye muros, sino que los derriba. Es un mensaje de hermandad, inclusión y vida. Fratelli tutti nos ayuda a redescubrir la fuerza de este mensaje y la belleza del diálogo como camino de relaciones más amorosas y fraternas. Sin embargo, es necesario, al mismo tiempo, que se denuncien y superen las diferentes formas de violencia, injusticia y desigualdades sociales y que haya un mayor compromiso con las causas que defienden la vida y la Casa Común.
La misión comboniana en Brasil, fiel a la misión de Jesús de Nazaret, optó por las periferias urbanas, los pueblos afrodescendientes e indígenas y las comunidades ribereñas de la Amazonía. Además de estas prioridades y del trabajo pastoral en las parroquias, la misión comboniana también está en las cárceles, con niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social y en los medios de comunicación y la animación misionera.
Fratelli tutti propone el «diálogo y la amistad social» como formas de construir puentes de amor, cultura del encuentro, fraternidad y paz en lugar de muros de odio. La misión comboniana suma la promoción de la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación (JPIC), la defensa de los derechos humanos, la lucha contra el racismo, la promoción de la igualdad social y racial, así como el macro ecumenismo, como formas de consolidar la fraternidad y la paz mundial.