La encíclica del Papa Francisco «Fratelli Tutti» desarrolla el tema de la fraternidad y la amistad social. El capítulo 5 de la encíclica está dedicado a una política mejor, que es una política que está verdaderamente al servicio del bien común. En este capítulo, el Papa rehabilita la política como actividad social la noble que persigue el bien común. Y como ejemplo de esta mejor política, presenta en el número 169 los movimientos populares que generan diversas formas de economía popular y producción comunitaria en la base. Estos movimientos son, para el Papa Francisco, experiencias de solidaridad que crecen desde abajo, desde el subsuelo del planeta. Son «sembradores de cambio, promotores de un proceso en el que millones de pequeñas y grandes acciones están vinculadas creativamente, como un poema«.
La pastoral social comboniana de Piquiá – Açailândia en el estado de Maranhão en Brasil, con la red «Justiça nos Trilhos» (Justicia sobre los rieles), la «Casa Familiar Rural» (Casa Familiar Rural) y el «CIRANDA» (Centro de Innovación Rural y Desarrollo Agroecológico), está enfocada en la promoción y acompañamiento de estos movimientos populares. La Red «Justiça nos Trilhos» tiene como objetivo: reducir los impactos en la población y en la naturaleza del modelo de desarrollo que provoca el agotamiento de los recursos naturales, exigir que las actividades de las empresas mineras y siderúrgicas, como Vale S.A., sean controladas por las autoridades competentes, y buscar mecanismos que permitan una vida mejor para las comunidades del Corredor Carajás. La «Casa Familiar Rural» con su escuela técnica de agricultura ecológica y familiar y su «CIRANDA» (Centro de Innovación Rural y Desarrollo Agroecológico) experimenta y transmite soluciones tecnológicas adaptadas a la agricultura familiar y campesina, promoviendo la agroecología y el buen vivir como alternativa a los grandes proyectos agroalimentarios y al éxodo rural. El propósito de este ministerio social es multiplicar en la región a aquellos a quienes el Papa llama «poetas sociales», que trabajan, proponen, promueven y liberan para que el desarrollo humano integral sea posible. Un desarrollo que implica la superación de «esta idea de políticas sociales concebida como una política hacia los pobres, pero nunca con los pobres, nunca con los pobres, y menos aún inserta en un proyecto que une a los pueblos«.
En definitiva, para el Papa, la mejor política es la que se desarrolla según el modelo de esos movimientos populares que crecen desde abajo, desde el subsuelo del planeta y sus poetas sociales, porque sin ellos la democracia se atrofia y se convierte en un nominalismo, una formalidad, pierde su representatividad, se desencarna porque deja al pueblo fuera de ella y su lucha diaria por la dignidad y la construcción de su destino.