Evangelización en las comunidades del río Ene
Los desafíos para la evangelización en la cuenca del Ene son múltiples. Aquí se ofrece algunas propuestas para empezar y vemos que los desafíos son múltiples que afectan también al país entero en cuanto a lo económico y social principalmente; de allí la necesidad de evangelizar la zona para que, junto con ellos emprendamos el camino de la conversión ecológica y pastoral y de esta manera unirnos a los sueños que expresa Querida Amazonía.
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Introducción
El río Ene se encuentra en la selva Central de Junín y es un pasaje entre la sierra de Ayacucho a la selva del río Tambo y Ucayali, ha sido una zona afectada por el terrorismo, actualmente afectada por el narcotráfico y por los remanentes del terrorismo. ¿Porqué interesarnos en esta zona? ¿No convendría bien cerrar filas y apoyar las zonas más urbanas y más cercanas a San Martín de Pangoa?
El río Ene tiene una historia y aparece como punto estratégico en la época del terrorismo. Actualmente, considerada una zona de emergencia por las fuerzas armadas, hay poco movimiento económico; sin embargo, tiene un potencial para el futuro cercano ya que está el proyecto de la carretera de la marginal de la selva que pretende unir toda la selva oriental sin tener que recurrir a la costa o a la sierra, hace parte del lote 108 donde se pretende extraer el petróleo y otros minerales, tiene la reserva natural de Otishi, fuente de futuras visitas turísticas, el nuevo distrito del Vizcatán del Ene tiene mucho potencial para desarrollar la zona, etc.
Estas son las razones por la cual la Iglesia católica debe estar presente en la gesta del futuro de esta zona que comprende varios distritos: Río Tambo, Vizcatán del Ene, Pangoa y Mazamari.
Historia del río Ene
El río Ene es un pasaje natural desde Cuzco y Ayacucho hasta los pajonales del Ucayali. Es una zona que fue poblada por los Asháninkas ya que la población va desde el Gran Pajonal (Ucayali) hasta Pichari en el Cuzco. Fueron influenciados por la gran corriente protestante que evangelizó en el Pajonal y alrededores de Puerto Ocopa. También la Iglesia católica se hizo presente, aunque más tarde, en Cutivereni fundando una misión. Sin embargo, en 1989 fueron expulsados definitivamente los misioneros franciscanos por Sendero Luminoso.
- Misioneros protestantes
Por el año 1920, los misioneros protestantes llevaron la educación moderna a los ashéninkas, después de que el gobierno del Perú promulgara una ley donde se establecía que la religión católica no era la única en el país. Hubo un misionero famoso por el valle del Perené: Frederick Stahl. No sin mucha dificultad, establecieron escuelas primarias y poco a poco favorecieron a la educación de los ashéninkas.
“Al principio los maestros adventistas eran venidos de la sierra y habían aprendido el ashéninka, pero para comienzos de la década de los cincuenta, algunos jóvenes ashéninkas enseñaban en las escuelas.”(Ronald James Anderson, Historias de cambio de los ashéninka, pág 46.)
- Misión en Cutivereni
En la monografía del P. Dionisio Ortiz sobre el Vicariato de San Ramón (P. Dionisio Ortiz OFM, Monografía del Vicariato de San Ramón, Gráfica 30, pág 137.), encontramos cómo se fundó la parroquia San José de Cutivereni. A comienzos del siglo XX, en 1912, Monseñor Irazola se arriesgó a atravesar el Ene desde el río Apurímac hasta llegar al Perené. Los franciscanos navegaban el Ene ya desde 1935 para unir las misiones de Sivia ( Ayacucho) y Puerto Ocopa (Junín). Por el año 1955 Fray Pío Medina tomó interés en la zona al punto de pedir al Obispo Uriarte de fundar una misión en Cutivereni. En el año 1962, funda la Misión San José de Cutivereni. En 1972 se crea la parroquia de San José de Cutivereni. En el año 1977 llegan las religiosas a esta parroquia.
Geografía
El río Ene comienza donde se unen los ríos Apurímac y Mantaro, a la altura de Puerto Ene, margen derecha. Se extiende hasta la unión con el río Perené que forman el río Tambo. Este río tiene 181 km de extensión. Este río es importante para la parroquia de San Martín de Porres porque son los límites de la parroquia en la parte Este. Por lo menos desde Puerto Unión Palmeras hasta Puerto Ene, más arriba al norte se encarga la parroquia de Puerto Ocopa. Cabe aclarar que los límites de parroquias no están bien definidos. En principio los límites están definidos por la división política de las regiones. La parroquia de San Martín de Pangoa tendría que llegar hasta los límites de Junín y Cusco, margen derecha del río Ene y Ayacucho, margen izquierda; sin embargo, el anexo colono de Puerto Embarcadero, que está dentro de la región Junín, es atendido por el P. Miguel Piovesan del Vicariato de Puerto Maldonado, ya que su parroquia está cerca. Es cierto que los problemas limítrofes a nivel político repercuten en lo religioso.
Los centros poblados están concentrados a lo largo del río Ene y también hay comunidades nativas asháninkas. Muchas comunidades nativas se consideran evangélicas salvo la comunidad de Cutivireni, antigua parroquia.
La Parroquia San Martín debe asistir normalmente el territorio del distrito de Pangoa, provincia de Satipo, sin embargo, en este último tiempo con la creación del nuevo distrito del Vizcatán del Ene al sur de Pangoa, se está asistiendo prácticamente tres distritos: Pangoa, Vizcatán del Ene y Río Tambo. La margen derecha del río Ene pertenece a Río Tambo, pero como no hay presencia de la Iglesia se trata también de asistir. Los límites de la parroquia van La hasta los límites del departamento de Junín con Ayacucho, Huancavelica y Cusco. Habría unas 310 comunidades por visitar en todo este territorio sin contar con las comunidades de Río Tambo.
Época del Terrorismo
Según el Informe de la Verdad y Reconciliación (Hatun Willakuy, Versión abreviada del Informe Final de la Comisión de la Verdad y reconciación – Perú, Gráfica Navarrete S.A., pág 126.), de los 70,000 asháninkas que vivían en las márgenes del río Ene, por lo menos 10,000 fueron afectados por SL (Sendero Luminoso) y el ejército. Al menos fueron asesinados 5,000 de entre ellos y alrededor de 30 comunidades nativas desaparecieron.
Los colonos fueron poblando esta zona por dos razones. Había buena tierra para sembrar coca y cacao, pero también fueron empujados por la violencia del terrorismo desde Ayacucho. Asimismo, SL fue obligado a refugiarse en esta zona cuando el ejército avanzaba desde Ayacucho.
Los de SL trataron de ganarse a la población Asháninka con algún éxito al comienzo, pero al obligar a la población de permanecer en “retirada”, es decir, migrando y escapando del ejército y también cultivando y organizándose según las directivas de SL, los Asháninkas trataron de escapar, muchas veces fueron intentos vanos. El ejército también arremetió contra la población Asháninka de ver que hacían retiradas con SL.
En cierto momento la población Asháninka se organizó y enfrentó al terrorismo, no sin dejar muchas víctimas. El ejército entendió que hay que ganarse a la población y darle apoyo para la autodefensa. Es así como se venció al terrorismo.
Historia del P. Mariano Gagnon ofm.
Aquí vale la pena hacer un recuento de la historia del P. Mariano Gagnon, franciscano norteamericano que estuvo en Cutivireni por buen tiempo y salvó a una parte de la población ashaninka de las manos de los terroristas. Hay un libro basado en su agenda y escritos que se llama “Guerreros en el paraíso”, allí se narra la experiencia del Padre Mariano con lujo de detalles. Esto fue reportado en su tiempo por la revista caretas y por el prestigioso periodista: Gustavo Gorriti. (Guerreros en el Paraíso, Fray Mariano Gagnon, O.F.M., Talleres de Industrialgráfica S.A., agosto 2000)
El P. Mariano Gagnon fue de origen francocanadiense, tenía ojos azules, aunque decía que tenía gotas de sangre piel roja, según el prólogo del libro. Parecía tener un carácter que no admitía los protocolos, tenía fama de tener cabeza muy dura y un vocabulario que no coincidía necesariamente con el catecismo. Llegó a Cutivireni en 1969 después de unos buenos años de presencia misionera en el Perú. Trabajó con Fray Pio Medina quien estuvo por mucho tiempo en Cutivireni. No solo encontró los paisajes más hermosos, sino una sociedad primitiva que “vivía el evangelio” (Prólogo del libro, Guerreros del Paraíso, pág xii) Se trazó como objetivo de salvaguardar la cultura asháninka pensando que ese lugar era el último bastión asháninka donde podía preservar la cultura del mundo occidental. “El Padre Mariano les repetía que en el tránsito hacia el cristianismo no consiste en dejar su cultura y que Dios no quiere que cambien pues que en vivir en armonía con la naturaleza lo hace a uno más cerca de Dios”.
En 1984 más o menos se sintió el avance y el dominio de Sendero Luminoso en la zona por lo que los habitantes se vieron cada vez más amenazados por la violencia y el terror. La misión fue incendiada y destruida; también los narcotraficantes hacían sus incursiones y atraídos por la pista de aterrizaje que Fray Mariano había hecho en Cutivireni. En 1989 hubo otro ataque terrorista, esta vez para destruir la misión y perseguir a la población asháninka que se veía perdida en la selva sin oportunidad a ser salvados por ninguna institución gubernamental. Es allí que Fray Mariano, con sus contactos e influencia logra hacer huir a los asháninkas con avionetas para llevarlos por el río Urubamba, precisamente en la comunidad de Tangoshari.
Fue la audacia y la valentía de Fray Mariano que logró salvar a los habitantes de Cutivireni frente a la amenaza terrorista.
En la segunda arremetida de Sendero Luminoso a Cutivireni es donde matan al director ashaninka Mario Zumaeta, brazo derecho de Fray Mariano. Se dice que murió a causa de defender su fe. Probablemente estamos frente al testimonio de un posible mártir del río Ene.
Situación actual del río Ene
En la actualidad esta zona es considerada de emergencia y es conocida como VRAEM (vertientes de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro). Hay bases militares a lo largo del río Ene como para evitar el paso de los remanentes del terrorismo por esta zona. Se piensa que ellos se mueven por los límites de los distritos y son buscados los cabecillas en esta zona y hasta se ofrece recompensa por alguna información.
Puedo decir que, en general es tranquila la zona cuando se está con la gente. Se dedican generalmente a sus cultivos y quehaceres diarios. Son acogedores, aunque en algunas zonas es más evidente el transporte de hojas de coca y se dice que hay pozos de maceración de la cocaína. Ciertamente hay esta realidad del narcotráfico y es lo que más preocupa. De tiempo en tiempo se escuchan noticias de emboscadas de remanentes de sendero a los policías o militares y viceversa. Es una lucha entre ambos. Se dice que los remanentes del terrorismo buscan abrir caminos para que salga la droga del Vraem hacia Lima o hacia Madre de Dios.
1. Vizcatán del Ene
El Vizcatán del Ene es un distrito joven; fue creado el 3 de octubre del 2015 con ley n° 30346. El distrito hacía parte del distrito de Pangoa, pero desde el 2013 hubo intentos de descentralizar la zona tratando de unir los centros poblados de ambas márgenes del río Ene pero no fue posible. Es entonces que hubo un esfuerzo por descentralizar los centros poblados de la margen izquierda lo cual fue posible finalmente.
El Vizcatán del Ene colinda al norte con el distrito de Pangoa, al este con el río Ene, al sur y suroeste con los distritos de Canayre y Ayahuanco que pertenece a la provincia de Huanta, departamento de Ayacucho y Tintay Punco de la provincia de la provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica.
El distrito tiene una extensión territorial de 607.90 km2 y los centros poblados tiene una altitud promedio de 400 m.s.n.m. Según la proyección del INEI al 2014 la población sería de 1135 personas. (Plan de Desarrollo local concertado distrito de Vizcatán del Ene 2016-2026, pág. 17)
Los centros poblados más importantes del distrito son San Miguel del Ene, capital del distrito, Paquichari, Tununtuari, Boca Mantaro, San Juan Mantaro, Libertad de Mazangaro, América entre otros.
Actualmente el distrito es productor de Cacao, café, cítricos y plátanos; también producen frijoles, maíz amarillo y yuca; hay programas de reforestación y algunos productores manejan técnica de pilado moderno con máquinas despulpadoras de cerezo de café; también es productor de la hoja de coca.
2. Comunidades ashaninkas
En el Vizcatán del Ene solo hay dos comunidades ashaninkas: Shimpenshariato y Montaña de Shimpenshariato. En la margen derecha en el distrito de Río Tambo hay comunidades ashaninkas a lo largo de la carretera y en otras zonas más al interior. Una de las más conocidas es Cutivireni que es encuentra a la mitad del río Ene margen derecha y que tiene 14 anexos. Del algo del distrito de Pangoa, margen izquierda también hay comunidades nativas ashaninkas.
Están organizadas en federaciones: CARE (Central de Comunidades Ashaninkas del Río Ene), FARE (Federación Ashaninka del Río Ene); estas están afilidadas a la ARPI SC (Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central).
Actualmente los ashaninkas en el Vraem se ven amenazados por la presencia del narcotráfico, los remanentes del terrorismo y las invasiones de tierras por parte de los colonos. (Ashaninkas en Perú: un pueblo indígena que vive entre narcos, invasores y terroristas, Jack Lo Lau, 2 de noviembre 2018, https://es.mongabay.com/)
Los colonos desean más tierras para cultivar la hoja de coca debido a la demanda de la hoja de los que hacen la maceración y producir la cocaína. Hasta el momento no hay un cultivo alternativo que haga frente al cultivo de coca; para los agricultores la hoja de coca es muy rentable. Según el informe de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC), solo en el río Ene (Vraem) se encuentra el 70% de la producción de coca en el Perú y el 15% a nivel mundial.
Los ashaninkas de la zona viven con recelo y temor ya que invaden sus tierras para cultivar hoja de coca por lo que desean que se les facilite el título de propiedad por parte del gobierno para evitar conflictos inútiles.
/“Queremos que nos entreguen nuestro título por este territorio en el que nuestros ancestros han vivido. Después vienen los choris (colonos de la sierra) a sembrar coca porque todos ellos están metidos en eso. No queremos seguir viviendo con miedo”, me dijo Angel Tsirorinti, poblador de Meantari, mientras me invita un pote con masato, una bebida a base de yuca muy tradicional en comunidades indígenas. /(Ashaninkas en Perú: un pueblo indígena que vive entre narcos, invasores y terroristas, Jack Lo Lau, 2 de noviembre 2018, https://es.mongabay.com/)
3. Cutivireni
Dentro de la población asháninka en el río Ene, Cutivireni es una zona a la mitad del río con comunidades asháninkas que se identifican con la Iglesia católica debido a que hubo una misión franciscana en medio de ellos y recuerdan al P. Mariano Gagnon como el que los acompañó y rescató de las manos de Sendero Luminoso.
Cutivireni es una comunidad grande asháninka que integra más de 14 anexos igualmente asháninkas. Se estima una población de más 2,500 personas. Desde la época del P. Mariano Gagnon ha quedado abandonando desde el punto de vista de la evangelización. Ha habido visitas esporádicas, pero nada más.
Aquí es hace necesario una presencia de Iglesia católica más permanente de manera que se pueda animar misioneramente y mantener viva la experiencia de misión que tuvieron años atrás.
El resto de comunidades asháninkas a lo largo del Ene se identifica más bien como protestantes o evangélicos; algunos más que otros; o bien no se les ha propuesto la fe cristiana aún.
4. Remanentes del terrorismo
Por otro lado, está la amenaza de los remanentes del terrorismo, quienes amenazan de matar a los ashaninkas si hablan o denuncian la presencia de remanentes en su territorio, es decir si son “soplones”. Actualmente los remanentes del terrorismo se mueven entre el Vizcatán del Ene, nuevo distrito de Satipo, y la provincia de Huanta en Ayacucho, sobre todo la zona que colinda con Junín; también incursionan en los distritos de Huancavelica.
A pesar que hay bases militares a lo largo del río Ene, desde Satipo hasta Pichari (Cusco), no logran erradicar completamente a los remanentes. Estos se movilizan de un lugar a otro, pero a la vez no permiten la entrada de los militares en una zona que ellos bien conocen por Vizcatán del Ene, una zona que colinda con el río Mantaro. De vez en cuando hay emboscadas tanto de los remanentes del terrorismo hacia los militares y policías como de los militares hacia los remanentes.
Se dice que los remanentes del terrorismo resguardan a los narcotraficantes para sacar la droga producida en la zona hacia el exterior, por Huanta hacia Lima, por Cusco hacia Madre de Dios, etc. Según algunos analistas del terrorismo en el Perú, dicen no creer solamente que los remanentes se venden al narcotráfico, sino que este grupo mantienen una ideología radical sobre el marxismo-leninismo, ideología que renunció Abimael Guzmán al redactar una carta en aras de la paz. Este grupo se considera fiel a las líneas marxistas-leninistas de Sendero Luminoso. En algunas ocasiones han secuestrado niños para ser adoctrinados y hagan el relevo de los altos mandos del grupo. Este grupo está ligado a la economía de la zona del Vizcatán del Ene ya que el precio de la hoja de coca es bueno, debido a la demanda para su maceración que producirá la cocaína. Sería fácil para los remanentes de hacer “rebelar” a la gente de la zona en aras de mantener la economía basada en la hoja de coca.
Perspectivas de desarrollo vs conservación del medio ambiente.
Gran parte de la provincia de Satipo (en la región Junín), abarca el lote 108 donde el gobierno piensa concesionar para la extracción de petróleo y gas natural. Actualmente, PlusPetrol está en fase de exploración y con gran esperanza de extraer estos recursos naturales en un futuro cercano, para ello ha invertido ya millones de soles.
Parte de la población está de acuerdo en la explotación de estos recursos ya que traerá beneficios económicos a la población, pero otra parte de la población no está de acuerdo por las consecuencias de dicha explotación que se traduciría en contaminación ambiental que afectaría básicamente la agricultura y el medioambiente.
Esto refleja también que como sociedad peruana estamos divididos en cuanto a la manera de concebir el desarrollo económico para nuestro país. Desde el primer gobierno del presidente Alberto Fujimori, el Perú ha optado por una economía neoliberal que está a favor de concesionar los recursos naturales a las transnacionales, para que el gobierno reciba beneficios económicos y así todas sus regiones. El Perú entra en el círculo de la oferta y la demanda y el mercado libre. Algunos trágicos acontecimientos como el Baguazo y Tía María hace ver que parte de la población peruana, sobre todo en provincias, no se está de acuerdo con este tipo de sistema económico, el neoliberal, porque no contempla el bienestar de la población, sino las ganancias económicas de dicha explotación de recursos naturales. Este sistema prácticamente se ha impuesto en todo el país sin consultar a las poblaciones del lugar. Felizmente, en el gobierno de Ollanta Humala se ha decretado la consulta a las poblaciones antes de comenzar la explotación de los recursos naturales; sin embargo, las transnacionales continúan al acecho.
Pangoa puede ser una zona de posible conflicto social debido a la falta de consenso en la manera de desarrollar el distrito. Tendría que haber diálogo y sensibilización al respecto ante un tema tan delicado.
JUZGAR
Introducción
Escucha del grito del pueblo
“Qué bueno que ha venido, hemos estado abandonados por mucho tiempo.”
Esta es la voz del pueblo que escuché en mis primeras visitas al río Ene, desde marzo 2016. Cada vez que visitaba un centro poblado me decía que bueno que ha venido, como que me daban a entender que no venían frecuentemente a visitarlos los pastores de la Iglesia católica. Es de entender ya que las parroquias más cercanas son San Martín de Pangoa, a seis horas en camioneta del río Ene o en bote desde Puerto Ocopa, y la Parroquia Santa Rosa de Pichari, a dos horas. Los sacerdotes presentes en estas parroquias asistían solamente en tiempo de fiesta patronal y una que otra presencia.
Desde el 2016, hice presencia una vez al mes por 7 días, visitando mas o menos tres comunidades. Mi presencia fue mayormente en los centros poblados más grandes del Alto río Ene como Selva de Oro, Valle Esmeralda, Puerto Ene, Boca Mantaro, Paquichari, San Miguel del Ene, Tununtuari. Eventualmente he visitado también Cutivireni. Esto por ser estratégico ya que en el futuro son los centros poblados que más influyen en la zona. De hecho actualmente se habla de la carretera a ser asfaltada que pasará por el río Ene, margen derecha que hará parte de la marginal de la selva que unirá todo el oriente peruano desde el norte Amazonas hasta Madre de Dios.
Hay comunidades ashaninkas mayormente presentes en RíoTambo, pero no he podido contactarlos seriamente debido al poco tiempo que dispongo para visitar todas las comunidades. Estas comunidades nativas mayormente se sienten identificadas con las comunidades evangélicas por lo que en ocasiones los jefes se oponen a la presencia de la iglesia católica, pero hay otras comunidades nativas no evangelizadas.
A la luz de la Palabra de Dios
Lv 26, 11.12: “Yo pondré mi morada en medio de ustedes y nunca los rechazaré. Viviré en medio de ustedes; seré su Dios y ustedes serán mi pueblo.”
Esta oración expresa la voluntad de Dios frente a todos los pueblos y lugares en el mundo entero. Quiere estar presente en medio de nosotros y vivirá con nosotros. Esto se ha realizado plenamente con la venida del Hijo quien nos seduce para seguirlo y hacer parte del nuevo pueblo de Dios. Este es el mensaje que, en todas las épocas de la Historia de la Salvación, Dios ha comunicado y por ello se ha revelado de manera sobrenatural. Dios quiere estar también en el río Ene y quiere que sea su pueblo y él su Dios.
De allí que ha habido intentos de evangelización en el siglo XX y ahora en el nuevo milenio.
Jn. 10,11: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas.”
Esto también resuena en el río Ene. Jesús ha dado la vida también por los pobladores del río Ene y ha derramado su sangre por ellos. Es bueno rescatar la presencia de los franciscanos en Cutivireni y de haber fundado una misión allá; seguramente convencidos de que Dios también quiere estar presente allí y que Jesús derramó su sangre por ellos. Fueron casi treinta años de evangelización, desde 1962 hasta 1989 donde fue destruida la misión por una incursión terrorista (P. Dionisio Ortiz OFM, Monografía del Vicariato de San Ramón, Talleres de Gráfica 30, pág 137). Fue Fray Pío quien llegó en 1962, después de proponer una presencia en el río Ene ya que estaba a mitad de camino entre Sivia (Ayacucho) y Puerto Ocopa (Junín), ambas con presencia franciscana.
Una Iglesia que promueve una ecología integral y descubre su rostro amazónico (Querida Amazonía, Exhortación Apostólica del Papa Francisco)
1. Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida. (Querida Amazonía N° 7, Exhortación Apostólica del Papa Francisco)
En un resumen de RomeReport sobre Querida Amazonía (Los-7-puntos-clave-de-querida-amazonia, RomeReports), dice que es necesaria una protección normativa (leyes) de parte de los gobiernos y autoridades para proteger la Amazonía frente a la codicia de enormes intereses económicos internacionales.
Esto lo vemos clarísimo en el río Ene. Esta zona hace parte del lote 108, es decir, un terreno que quiere ser dado en concesión por parte del gobierno para la explotación de petróleo y gas. Actualmente está en fase de exploración (Ver comentarios arriba).
Vemos como un desafío de esta zona de orientar y educar a la población colona y nativa a dejar de tener una mentalidad consumista y explotadora de los recursos que ofrece la selva. De hecho, esta mentalidad es lo que ha hecho migrar a gente de otros lugares del Perú a la selva para “explotar” la tierra y otros recursos.
Vemos que, en el sembrío de la coca de la que viven muchos pobladores colonos, subsiste la mentalidad de la explotación y de situaciones de injusticia. Solo se piensa en ganar dinero más no en el daño que se está haciendo al hacer que buen porcentaje de coca vaya a la producción de cocaína. La población necesita de principios éticos y morales, de una mentalidad ecológica integral.
2. Sueño con una Amazonía que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modo tan diverso la belleza humana. (Querida Amazonía n° 7)
“Promover la Amazonía, pero esto no implica colonizarla culturalmente, sino ayudar a que ella misma saque lo mejor de sí”. “Cultivar sin desarraigar….hacer crecer sin debilitar la identidad…promover sin invadir.”(Querida Amazonía N° 28)
Aquí en el río Ene es un desafío trabajar con los asháninkas, tenemos el contacto gracias a la presencia de los franciscanos en Cutivireni, pero estar con ellos es difícil todavía. Estamos acortando distancias. Hasta hace poco esta zona se visitaba desde Pangoa, es decir a 6 horas en camioneta en el mejor de los casos; ahora con la presencia más permanente en Valle Esmeralda (P. Percy y comunidad misionera) y en Selva de Oro (Hermanas SSCC), se puede ir más frecuentemente a Cutivireni. Lo ideal es que se busque misioneros y misioneras que estén dispuestos a el aprendizaje de la lengua nomatsiguenga y trabajar con ellos a tiempo completo. De parte de ellos hay el deseo de una presencia de misioneros más permanente. Ellos nos advierten que las Iglesias evangélicas cada vez se hacen más presentes en Cutivireni lo cual hace que algunos miren con sospecha a la Iglesia católica. Es importante una presencia en Cutivireni, pero teniendo en cuenta las propuestas de Querida Amazonía, sin un afán de “colonizar o civilizar” a la población; al contrario, con una actitud de escucha y aprendizaje de la semilla del Verbo ya presente en su cultura.
3. Sueño con una Amazonía que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas.
La exhortación Querida Amazonía va más allá del respeto al medio ambiente; es una invitación a un cambio de mentalidad y de estilo de vida. Estamos demasiado acostumbrados a una cultura del consumo, del “usar y botar”, sin pensar que para mantener este estilo de vida hay que seguir “maltratando a nuestro mundo”. Hemos perdido el sentido de lo estético y la capacidad contemplativa que Dios ha puesto en nosotros.
Es necesario ahondar en concepto como ecología integral o conversión ecológica; proponer nuevos estilos de vida más sobrios y menos contaminantes a nuestro ambiente. Hay que promover el reciclaje y evitar el uso del plástico. Es hora que la vida religiosa, en su dimensión profética, haga gestos de volver al desierto, donde está sus orígenes, para huir de una vida cómoda y consumista y dar testimonio de una vida más sobria y más acorde con el respeto del medio ambiente.
4. Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la amazonía, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos.
Esto será el resultado del acompañamiento, de la formación permanente de líderes cristianos tanto de centros poblados (colonos) como de comunidades nativas. Nosotros, viviendo una conversión ecológica y pastoral, transmitiremos un sentir de Iglesia preocupada por las personas de la amazonía y el respeto a la naturaleza. Por lo pronto hay que caminar con las limitaciones que se nos imponen: falta de personal misionero, medios para hacer posible una presencia y visitas a los centros poblados y comunidades nativas.
ACTUAR
Como evangelizar el Río Ene.
Estos son los puntos que a partir de un primer plan (ver proyecto evangelización en el Alto Río Ene, P. Percy Carbonero mccj) saltó a la vista como desafíos a corto y mediano plazo, lo cual se ha tenido que actualizar teniendo presente la reflexión suscitada a partir de Laudato Sí y Querida Amazonía.
1. Acompañamiento permanente a las comunidades nativas y centros poblados del Alto Ene por un equipo misionero
Es necesario que las comunidades nativas y ashánincas y centros poblados sean acompañadas permanentemente por el personal misionero, para que haya una continuidad en la formación de comunidades cristianas y los ánimos de los agentes pastorales no decaigan. Valle Esmeralda sería el centro de la misión con la casa de paso, pero también Selva de Oro con la presencia de las Hermanas de los SSCC. Esta última sería en el futuro la sede parroquial.
Vemos la necesidad de unir fuerzas y que la evangelización no sea exclusividad de una sola congregación religiosa, más aún que ahora se manifiesta la falta de personal en muchas de ellas. Es importante optar ahora por comunidades misioneras compuesta por distintas fuerzas de evangelización como por ejemplo: sacerdotes diocesanos, religiosos misioneros, seminaristas diocesanos, laicos comprometidos. Actualmente en Valle Esmeralda somos una comunidad misionera compuesta por un sacerdote comboniano, un seminarista diocesano y un profesor de religión ex religioso.
2. Asistencia a las escuelas y los colegios
Las escuelas y colegios son la puerta de entrada para que los niños, los jóvenes y la gente del pueblo te conozcan y conozcan a Dios. Se puede asistir algunos colegios dando el curso de religión apuntando siempre a la capacitación de los docentes y buscando entre ellos agentes pastorales.
Aquí hay un desafío y un campo abierto a los misioneros y misioneras presentes en el río Ene. Actualmente hay un proyecto aprobado en Selva de Oro de la construcción de un albergue para niños. Es un proyecto gestionado por la municipalidad de la provincia de Satipo y por Cáritas de Satipo. Estamos pensando cómo responder a este proyecto. Lo ideal es que sea asumido por personal religioso que tenga experiencia en la materia. Las hermanas FIC (Franciscanas de la Inmaculada Concepción) por ejemplo que se encuentran en el Vicariato de San Ramón que tienen experiencia en albergues. Con éste proyecto no se trata de hacer un albergue más; sino un albergue que forme a una nueva generación con la mentalidad de Laudato Sí y Querida Amazonía.
3. Talleres de capacitación a los profesores de religión a través de la Odec-Satipo.
Que el personal misionero tenga la capacidad de gestionar los cursos de religión en los colegios de la zona y pueda emprender la capacitación respectiva.
Actualmente estamos en contacto con los profesores de religión propuestos por la Odec Satipo (Oficina de educación católica). En el Perú, el gobierno acepta las propuestas de oficinas católicas para la educación religiosa en los colegios estatales.
Cuando se trata de lugares alejados y casi inaccesibles, estos puestos están cubiertos por personas de poca capacitación religiosa; asumen este trabajo por falta de dinero y aceptan las condiciones difíciles de trabajo. Generalmente tienen poca capacitación pedagógica y de contenido religioso. Por ello, en coordinación con la Ugel (Unidad de Gestión Educativa Local- oficinas del Estado peruano) Mantaro- Ene, los convocamos periódicamente para capacitarlos y acompañarlos. Ellos pueden ser nuestros aliados y portavoces en la evangelización de la zona.
5. Valorar los cantos y misas en lengua local: Asháninca y quechua de Ayacucho.
Es importante comenzar a celebrar en la lengua local sobre todo el asháninca y también el quechua para los colonos ya que la mayoría de ellos provienen de Ayacucho y alrededores.
Esto va en línea con Querida Amazonía, de promover un rostro de Iglesia auténtico, amazónico, respetando su lengua y su cultura. Aquí el compromiso del misionero o misionera del aprendizaje de estas lenguas.
6. Talleres de capacitación de agentes pastorales en la zona.
Identificar a futuros catequistas y agentes pastorales y después buscar formarlos.
En las visitas a los centros poblados y comunidades nativas del Ene, nos damos cuenta que vienen a nuestro encuentro un “san José”, es decir una persona creyente que nos acoge y que nos acompaña en el anuncio del reino. Estas personas son puntos de referencia que necesitan una capacitación para que sean agentes pastorales. Por lo pronto estas personas son empujadas por su fe a una generosidad indescriptible.
Todavía no se logra a pesar de algunos intentos de reunirlos y formarlos. Generalmente se disculpan o se excusan por el trabajo en la chacra que tienen, la lejanía del centro poblado, etc. Esto hace ver que todavía no hay una cohesión entre los católicos de los diferentes centros poblados y comunidades nativas. Da la impresión que cada uno vela por su propio pueblo o comunidad. Hace falta de ser un solo pueblo en la cuenca del Ene. Se nota en algunos casos ciertas rivalidades.
Para facilitar la formación de los agentes pastorales y evitar que recorran grandes distancias, se puede zonificar la formación; como por ejemplo unir Florida, Boca Mantaro y Pto Embarcadero por un lado; otra zona sería Valle Esmeralda, Selva de Oro, Tununtuari; otra zona sería Cutivireni, compuesta de comunidades asháninkas y por último: Paquichari y San Miguel.
7. Pastoral con los niños
Los niños son muy acogedores y son los primeros que vienen a jugar, cantar y orar contigo. Es importante trabajar con ellos a partir del juego y los cantos. Todavía no se ha concretizado una catequesis con ellos. Solo en las visitas que se les invita a cantar, jugar y hacer algo de catequesis. Se puede apoyar uno en algunos maestros (as) para estar con ellos. Se puede usar el material de la infancia misionera.
Con el proyecto de albergue ya mencionado arriba, tendremos la ocasión de trabajar en una obra concreta con ellos; además es importante darles un espacio en cada visita a un centro poblado o comunidad nativa. Se puede trabajar en colaboración con las maestras de inicial y primaria ofreciéndoles una alternativa en el trabajo de religión con sus niños que ellas deben realizar según los lineamientos del estado peruano.
De acuerdo con la experiencia realizada en el colegio San Daniel de San Martín de Pangoa, se les puede ofrecer un programa de Infancia Misionera que invita a los niños a crecer en conciencia misionera, se pueden añadir a esto temas de cuidado del medio ambiente. Para ello hay que capacitar a las maestras y que poco a poco puedan asumir dicho programa.
8. Pastoral con los jóvenes
Los jóvenes son más difíciles de ser abordados y hay que tener carisma. Visitarlos puede ser para ellos algo nuevo que escuchan. Parecen tener algunos prejuicios también con respecto a religión. Con el tiempo se puede apoyar en ellos con alguna actividad. No es fácil invitarlos directamente a catequesis, tiene que ser con alguna actividad interesante como tocar la guitarra, o cantar, etc.
Hay la necesidad de acompañar los últimos años del colegio (4to y 5to de secundaria). Ofrecerles una orientación vocacional a la vida, dado que están terminando el colegio y les urge pensar en a qué se van a dedicar en la vida. Qué profesión y qué vocación van a adoptar. En algunas ocasiones se ha trabajado con alumnos del colegio en un proyecto específico, por ejemplo hacer un vía crucis escenificado en el centro poblado.
Los jóvenes generalmente son generosos, pero hay que ofrecerles algo concreto. Se les puede ofrecer algún taller de danza, de canto para un primer acercamiento.
9. Pastoral de la familia
La visita a las casas es importante en casa centro poblado o comunidad nativa primero para darnos a conocer y después para fortalecer en la fe a la familia, muchas veces desintegrada y abandonada a su suerte. Promover algún movimiento de parejas.
Esto se ha visto limitado por la pandemia, hay que esperar a que la situación cambie o ver otras maneras de comunicación. Se puede usar los sacramentales como la bendición de las familias en las casas, la oración por los enfermos y difuntos como una manera de acercamiento.
10. Pastoral social
Asistencia a la población más vulnerable con caridad y misericordia. Rehabilitación de personas víctimas del alcoholismo, drogadicción. Denuncia de trata de personas y otras situaciones que atenta contra la ecología y contra los DDHH.
Los desafíos en el río Ene con respecto a una pastoral social, es de crear mayor conciencia de los proyectos extractivistas que el gobierno tiene para la zona y su implicancia a futuro. La población tiene que ser consultada antes de proceder a la extracción y debe haber una preparación para dar una respuesta a conciencia viendo los pros y los contras. Ofrecer alternativas frente a la coca que es un cultivo que tiene relación con le narcotráfico. Hay algunos que se preguntan, aparte de la cocaína, qué se puede hacer con la coca que tanto se produce. Otra pregunta sería que otras alternativas tiene la gente para cultivar aparte del cacao, para disminuir la producción de la hoja de coca. La pandemia ha hecho caer en la cuenta de la dependencia económica de la zona de Ayacucho. Cómo promover bio huertos, granjas y piscigranja para evitar que las verduras vengan desde Ayacucho (a seis horas de viaje en camioneta).
Hay que ofrecer una visión más amplia de lo que implica el cultivo de la coca a gran escala; prácticamente es una actividad extractivista con una mentalidad de explotación del suelo y de consumo; lo que interesa es ganar dinero sin importar el daño ecológico ni las consecuencias que produce en la sociedad cuando gran parte del cultivo va al narcotráfico. Se ha perdido el sentido de sacralidad de la hoja de coca que había en la antigüedad.
A modo de conclusión
Vemos los múltiples desafíos de la evangelización en la cuenca del Ene. Aquí se ofrece algunas propuestas para empezar y vemos que los desafíos son múltiples que afectan también al país entero en cuanto a lo económico y social principalmente; de allí la necesidad de evangelizar la zona para que, junto con ellos emprendamos el camino de la conversión ecológica y pastoral y de esta manera unirnos a los sueños que expresa Querida Amazonía. Se necesitan nuevas fuerzas de evangelización; misioneros y misioneras (ya sean sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, laicos comprometidos,…) que puedan asumir algunos de los desafíos mencionados, desde la educación, pasando por la creación de una nueva conciencia de ecología integral, de una pastoral que busca la construcción de un rostro amazónico. La reflexión sigue abierta para nuevas propuestas y caminos de evangelización en la zona.
P. Pedro Percy Carbonero Mogollón mccj
(Provincia Comboniana del Perú)